Toda lámpara de fotocurado logra su objetivo por medio de la emisión de energía. Esta energía se muestra en forma de luz para activar los foto-iniciadores y así lograr polimerizar las resinas sean estas compuestas, resinas fluidas, cementos resinosos, adhesivos dentinarios o sellantes de fosas y fisuras. Esto es para cualquiera de las fuentes de luz disponibles en nuestras lámparas de fotocurado sea de luz halógena o led. La diferencia básica entre una fuente de luz halógena y la fuente de luz led, es que la primera consume mayor amperaje y como consecuencia transmite mayor calor y esta depende de un bulbo lleno de gases halógenos con un tiempo de vida relativamente corto y muy susceptible a los golpes. La fuente de luz led depende de circuitos en estado sólido, consume menor cantidad de amperaje, produce menos calor y su luz, en la mayoría de los casos, es monocromática. Por otro lado, la mayoría de las lámparas led son mas ergonómicas, cómodas de usar, multifuncionales, más prácticas y silenciosas.
Existen otros factores que influyen de manera determinante en estas lámparas de fotocurado y su calidad, entre esos encontramos los siguientes:
- Calidad de la fibra óptica si su diseño así los dispone.
- Calidad de la batería si este equipo es inalámbrico y cantidad de carga disponible.
- Cantidad y potencia de los circuitos led.
- Potencia de la fuente de luz halógena y tiempo sin cambio de esta fuente.
- Mantenimiento periódico que debe cumplirse como parte de los protocolos de calidad de cualquier servicio.
Como parte del mantenimiento periódico se encuentra la limpieza de todo el equipo. Este debe ser realizado por un técnico calificado para no dañar ninguna de sus partes. También se debe revisar su funcionamiento adecuadamente, botones, cables, cargadores, inspeccionar la fibra óptica y su limpieza, sin restos de adhesivo o resina en su extremo distal, así como de su integridad; sin fracturas externas o internas que muchas veces son poco visibles a simple vista, etc.
En relación a la calidad de la fibra óptica y la forma de verificar si cuando sufre un accidente, esta se ha fracturado internamente y por ende, transmite pobremente la energía, se debe tomar la fibra óptica y colocar un extremo sobre una hoja con algunas palabras, por el otro extremo se deben observar estas letras tan nítidas como si se leyeran directamente, esto confirma la calidad y la continuidad de la transmisión de la luz por el cuerpo de la fibra óptica.
El otro aspecto de suma importancia para asegurar el correcto uso de la lámpara de fotocurado y su razón de existir en los servicios odontológicos, es la potencia de salida para estimular los foto-iniciadores. Esta potencia debe ser revisada y confirmada mensualmente para asegurar su óptima entrega de fuerza, de manera que es imprescindible la utilización de un radiómetro confiable. El profesional debe conocer fielmente cuanta energía aporta la lámpara de fotocurado para obtener una polimerización correcta.
De acuerdo al uso clínico de las resinas compuestas, la configuración de las distintas situaciones operatorias, la distancia desde la fuente de luz hasta el material restaurador y los obstáculos como las paredes cavitarias y otros, el haz de luz de toda lámpara de fotocurado debe ser colimada, uniforme y con gran poder de penetración en el material. Se debe tener especial cuidado al momento de cubrir la salida de la lámpara con coberturas, plásticos o cualquier aditamento de protección y bioseguridad ya que esto disminuye en gran medida la efectividad en la potencia final emitida. Para disminuir esta pérdida de potencia se recomienda siempre utilizar coberturas lo más nuevas y transparentes posibles evitando cualquier color o materiales opacos que contribuyen en esta caída de energía. En cualquier caso, se debe compensar esta pérdida con mayor tiempo de polimerización.
Debido a los avances en el desarrollo de los materiales odontológicos y a las investigaciones en modelos fotoelásticos, se considera que para lograr la completa polimerización de un bloque de 2mm de espesor de resina compuesta, se requieren 16 Joules de energía. Recordemos que esta es una medida de trabajo en un tiempo determinado. A continuación, se indicará la forma de calcular ese tiempo necesario para lograr el objetivo requerido partiendo de la lectura del radiómetro al momento que el haz de luz incide en el sensor.
Si la lectura del radiómetro es de 300 mW/cm2, dividimos 16 joules que se necesitan para lograr la polimerización óptima entre la lectura del radiómetro, luego se multiplica por 1000, el resultado final es el tiempo ideal expresado en segundos.
16 Joules / 300 mW/cm2 X 1000 = 53,3 segundos. Este resultado se puede aproximar a 60 segundos de polimerización óptima para una capa de 2mm de resina compuesta sin ningún obstáculo que disminuya o interrumpa la entrega de esta energía. Esto aplica para todas las capas de material polimerizadas con este equipo. Nunca se debe subestimar este cálculo o se corre el riesgo de realizar una restauración muy estética pero poco longeva que en definitiva es la medida justa del éxito de un tratamiento de este tipo. De igual manera, tampoco se debe restar potencia por el mismo riesgo de falla, por lo que sobre polimerizar sería lo correcto ya que asegura mayor aporte de energía en un valor mínimo de 16 joules.
16 Joules / 400 mW/cm2 X 1000 = 40 segundos
16 Joules / 600 mW/cm2 X 1000 = 26,6 segundos ~ 30 segundos
16 Joules / 800 mW/cm2 X 1000 = 20 segundos
16 Joules / 1000 mW/cm2 X 1000 = 16 segundos ~ 20 segundos
De todo esto se desprende que la potencia óptima que debe ofrecer toda lámpara de fotocurado es de 1.000 mW/cm2.
Existen equipos que ofrecen diversas características en cuanto a resistencia, durabilidad, ergonomía, modalidades de curado y otros. Incluso, hay lámparas que ofrecen modos de curado para ciertos procedimientos específicos como cementado de prótesis final metal cerámica o con materiales opacos, siempre utilizando cementos resinosos fotocurados o fotoiniciados, cementado de brackets y polimerización de sellantes de fosas y fisuras en solo tres segundos, transiluminación, etc. El odontólogo debe realizar el análisis debido al momento de adquirir el equipo correcto, de acuerdo a sus necesidades, criterio, conocimiento y tipo de trabajo diario o área de la profesión que ejecute, dejando de lado el color y lo estético de la lámpara lo cual puede restar verdadero valor a su inversión en detrimento de la calidad de su servicio a sus pacientes.
Recuerde ejecutar la revisión de su lámpara de fotocurado al menos una vez al mes con un radiómetro confiable. Puede adquirirlo en conjunto con varios colegas o buscar a un distribuidor de confianza que ofrezca el servicio.
Así mismo, se recomienda siempre la adquisición de equipos de la mejor calidad y de última generación para asegurar, junto con su conocimiento profundo de las técnicas y los procedimientos, la mejor oferta de un tratamiento efectivo y longevo, y como ya se expresó, en definitiva, son las mejores medidas de un excelente trabajo operatorio.
A continuación, le ofrecemos las siguientes directrices clínicas para el curado exitosos de una restauración extraído del QDT 2020.
Lea cuidadosamente la información del fabricante sobre el material restaurador y el material de cementado.
Conozca el rendimiento y los parámetros de su unidad de curado (irradiancia, espectros, perfil del haz, diámetro de salida).
Elija cuidadosamente el material de cementado para la restauración.
Para restauraciones de más de 2mm., de espesor, utilice materiales de curado dual.
Mantenga en todo momento un aislamiento adecuado cuando utilice materiales de cementación resinosos.
Proteja su unidad de fotocurado con una barrera protectora para el control de infecciones. (una sola capa) Nota del autor.
Proteja sus ojos con un filtro naranja o protección ocular de cualquier tipo que bloquee la luz (lentes o paletas de color naranja).
Coloque la punta de la unidad de fotocurado lo más cerca posible de la restauración.
Realice el fotocurado al menos 20 segundos por cada superficie o cara.
Inicie por fotocurar los márgenes de la restauración para evitar cualquier posible contaminación y mejorar el sellado marginal, luego continúe con las otras áreas de la restauración.
Cuando utilice materiales con mediana o alta saturación (A3, A4, A5, B3, B4, B5), considere aumentar el tiempo de fotocurado.
Cuando realice múltiples exposiciones de fotocurado, tome breves espacios de tiempo entre los ciclos de fotocurado para evitar el sobrecalentamiento del diente.
Cuando utilice unidades de curado que emitan luz azul y violeta, gire ligeramente la salida 45 gados por cada ciclo para garantizar una polimerización uniforme y continua.
Considere utilizar glicerina en la última capa de resina para evitar la inhibición de polimerización por el oxígeno del ambiente.
Mantenga en todo momento, su unidad de fotocurado limpia, inspecciones constantemente la salida de luz y ejecute un mantenimiento periódico adecuado.
Hacia una Odontología con propósito de salud.
Od. Alfredo Natera